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martes, 14 de abril de 2020

En la Pascua con pandemia, los Heraldos del Evangelio, ayudan en las periferias de Montes Claros (MG)


Fueron ayudadas familias ya sin alimentos y en extrema necesidad que perdieron el trabajo por causa de la pandemia, en Montes Claros, ciudad del estado de Minas Gerais, Brasil.

En el futuro, la Cuaresma de 2020 podrá ser recordada como aquella en que toda la Humanidad fue cubierta por un manto de dolor, desolación y sufrimiento.

Una pandemia que no respeta fronteras invadió todos los países, sin excepción. No se fijó en las riquezas, culturas o etnias y la muerte parece ser su objetivo.

En esta Cuaresma de desolación, Dios no abandonó a sus hijos, sin embargo, no es sin propósito que las mismas palabras de Nuestro Señor Jesucristo puedan emerger en muchos corazones en el momento de la muerte: “¿Mi Dios, mi Dios, por qué me abandonaste?”

Por otra parte, la esperanza que debemos tener de que los sufrimientos traídos por el coronavirus, por peor que sean, sean pasajeros y la certeza que, después de la “pasión”, existe siempre la mañana de la Resurrección debe ser un aliento para todos.

Una ayuda en el Domingo de Pascua

Estos pensamientos surgieron cuando nos llegó la noticia que, en Montes Claros, Minas Gerais, miembros de los Heraldos del Evangelio se unieron a los promotores de la Campaña “Luz de María” para, en la mañana del Domingo de Pascua, llevar auxilio a familias carentes y muy necesitadas.

El Padre Wagner Moratto, EP en la entrega de ayuda en Montes Claros, MG
Fue visitada la comunidad de Santa Lucía, localizada en la Vila Telma, en la periferia de Montes Claros, siendo favorecidas 67 familias que perdieron sus trabajos por causa de la pandemia del coronavirus y que se encontraban en extrema necesidad y ya sin alimentos.

Junto con la “Campaña Luz de María”, los sacerdotes de los Heraldos del Evangelio, que participaron de este acto de misericordia, llevaron además de los alimentos y ayuda a los necesitados, el indispensable confort espiritual, la esperanza y el aliento que, para más allá de la pandemia, para más allá de la noche que abruma la Humanidad, vendrá una mañana luminosa, como la mañana de Pascua. (JSG)