El arzobispo de Montevideo cardenal Daniel Sturla hizo
esta afirmación y otras en las palabras que dirigió por ocasión del ya
tradicional “Gran Rosario de Bendiciones para la familia”, realizado en la
tarde noche del sábado 22 de enero en la Rambla de Oribe. Esta 11ª. edición, a
pesar del amenazante temporal de viento y lluvia, contó con una importante
concurrencia de fieles llegados de diferentes puntos de la capital de Uruguay,
como también de países vecinos.
Transcribimos algunos trechos de las palabras dirigidas
por el cardenal Sturla antes del rezo del Santo Rosario, frente una artística
imagen de la Virgen María, que engalanaba el estrado allí instalado: