"Si atienden a
mis pedidos, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores
por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia".
Cuando tomamos conocimiento de la invasión rusa a
Ucrania, después de haber escuchado, a lo largo de décadas, un sinfín de
discursos clamando a favor de la paz, y sintiendo que es lo que le falta al
mundo actual, penetró en el pensamiento de muchos: miedo, duda, perplejidad y
una pregunta: ¿esto provocará una tercera guerra mundial? ¿se podrá transformar
en una guerra nuclear?